sábado, 28 de octubre de 2017

Valle-Inclán

Cajón de cosas "Valle-Inclán" encontradas por ahí


La mitad invisible analiza 'Luces de Bohemia', una obra que siempre está de actualidad y en la que Valle-Inclán, para hablar de su tiempo, inventó el esperpento, una deformación grotesca de la realidad.
Escrita a partir de 1920 por entregas, editada como obra definitiva en 1924 y estrenada en 1971, casi 50 años después y con problemas de censura, 'Luces de Bohemia' no ha dejado de representarse. Influida por el cine, la obra funciona como una fotografía de su época.
Una obra de teatro estructurada en 15 escenas, donde la acción transcurre en apenas 23 horas y media. Juan Carlos Ortega descubre los escenarios de la puesta en escena de 'Luces de Bohemia' con Carlos Álvarez-Novoa, actor y gran experto de este clásico de la literatura a la que dedicó su tesis doctoral. 
De la mano de Margarita Santos, directora de la cátedra Valle-Inclán, La mitad invisible desvela las características del esperpento como género teatral, así como la gran cantidad de lenguajes que caben en él, y la libertad con la que Valle-Inclán los utiliza. Además, Joaquín Valle-Inclán, nieto de Ramón María del Valle-Inclán, comenta a Juan Carlos Ortega alguna clave para entender al autor.
También acompañan a Ortega para conocer de cerca los entresijos de esta obra José Luis Raymond, escenógrafo; Ignacio Amestoy, dramaturgo y organizador desde el Circulo de Bellas Artes de 'La noche Max Estrella'; Lluís Pascual, director de la obra en varias ocasiones; y la compañía de Teatro del Temple, que representa la obra desde hace seis años. Además de los reales y auténticos espejos deformantes del Callejón del Gato.

Declarada monumento histórico nacional como casa natal de Valle- Inclán, la Casa de O Cuadrante formó parte de los bienes desgajados del priorato benedictino de Vilanova.Hoy el pazo alberga una exposición permanente que recoge su biografía, primeras ediciones de sus libros y documentos de aquellas fechas. 


"De tertulia con Valle-Inclán" está protagonizado por el actor, periodista y escritor coruñés Xerardo Pardo de Vera, que da vida al creador de los esperpentos. Completan el reparto los actores Juan Diego, Juan Luis Galiardo, Javier Godino y Fátima Rey.
El documental se centra en los personajes de ficción creados por Valle-Inclán. Ellos son los encargados de explicar la figura del genio, reflexionan sobre sus obras, comentan sus declaraciones, sus conferencias y exponen sus vivencias. 
Junto a estos actores, aparecen los escritores Suso del Toro, Manuel Rivas e Ignacio Amestoy, además de estudiosos de la figura de Valle-Inclán. 


Fotograma de la adaptación al cine de "Luces de bohemia"



Citas del libro "Ramón del Valle-Inclán" de Miguel Casado. De la colección "Vidas literarias" de la editorial Omega:

al autodidactismo y el desorden de los conocimientos a que las circunstancias obligan.

“En presencia de las mujeres, a poco lindos que tuviesen los ojos, adoptaba una actitud lúgubre, de poeta sepulturero y doliente.”

El tímido y desamparado, que se moría de hambre, tenía una coraza con la que afirmarse hacia el exterior e intentar que el interior no se descompusiera.

“La vida de Valle consiste en renunciar a sí mismo para construirse otro sí mismo.”

A principios del siglo XX había 37 diarios en Madrid, 146 en toda España, y doce millones de analfabetos sobre una población de diecinueve,

“Jamás hombre más nacido
para el placer, fue al dolor
más derecho.”  Epitafio escrito por M. Machado


Cómo se comporta Valle en un reunión:
Abstraído, rígido, aparentando indiferencia, defendiéndose con ella, no dando ningún paso hacia nadie que no haya tomado antes la iniciativa…, la dureza y el desamparo del tímido y soberbio.
Pone de relieve un intenso grado de soledad y de ansiedad, y una notable torpeza en el campo de las relaciones personales…

Una extrema falta de paciencia, la propensión a las reacciones tajantes y airadas, el no confiar realmente en nadie ni cuando tiene precedentes de amistad…

Fuera de todo sistema, teniendo que luchar al límite por cada logro, enfermo… y haciéndose viejo.

“Hay dos clases de gallegos: Una, inteligente y superior… que soy yo… Y otra, todos los demás.”

El modo silencioso en que la rápida vejez devora la fuerza y el deseo de vivir; es la sensación de lo irrecuperable, de que no se puede volver atrás en búsqueda de nada, y de la inconsistencia de lo poco que se tiene.

“¡Tengo rota la vida!”

En la palabra está la chispa que conecta lo que ya estaba en nosotros con algo que nos impresiona desde el exterior.

El juego de fuerzas aparece nítidamente como un arte de la mentira, de la simulación, en que los discursos suplantan por entero cualquier realidad; la realidad acaba desdibujándose como hacia el fondo de un abismo…

“Ha dado lugar el eximio escritor y extravagante ciudadano señor Valle-Inclán a la determinación de su arresto, porque al negarse a satisfacer la multa de 250 pesetas, que se le había impuesto por infracción gubernativa, con el ánimo de evitarle privaciones de la libertad, ha proferido contra la autoridad tales insultos y contra el orden social establecido ataques tan demoledores que se ha hecho imposible eximirle de sanción como era el propósito…”

“Un público inculto tiene la posibilidad de educarse, y ésa es la misión del artista. Pero un público corrompido con el melodrama y la comedia ñoña es cosa perdida.”

“Estoy abrumado. Ayer empeñé el reloj. Ya no sé la hora en que muero”

Mejor es estar sentado que de pie; mejor echado que sentado; mejor muerto que ninguna otra manera. Proverbio indio.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Premio Planeta via Tuitah

Todo empezó cuando me pidieron el Planeta antes que lo entregasen...

Así que decidí cubrir la información para enterarme bien de los galardonados.
Finalistas Planeta 2017







40 minutos antes de fallarse el premio, me spoilearon

"Seudónimo" hizo doblete. Fue ganador y finalista...


Resuelto el enigma, me preocupé de lo importante: el postre

Siempre es bueno hacer chistes sobre Murakami y los premios literarios

La escritora Care Santos resolvió mi duda sobre el postre...


Cuando fue oficial...

Al día siguiente ya vino un lector a pedir el libro a su biblioteca

domingo, 22 de octubre de 2017

Hoy en el súper

Hoy en el súper he vivido algunas cosas que procedo a relatarles.

Una señora ha entrado en el súper mientras el marido se quedaba frente a la puerta automática, sujetando a un perrito con flequillo y dientes que se empeñaba en seguir a su propietaria. El sensor de la puerta automática detectaba al señor, así que se abría. Entonces el perro, tirando de la correa entraba metro y medio dentro del supermercado y el señor debía tirar del perrete a tiempo para que la puerta automática al cerrarse no pillase a la correa o al perro.

Una familia de cinco miembros (o eso supongo yo) padre, madre y tres hijos (dos trastos y una teen al smartphone pegada) ocupaban el pasillo entero, entre las bolsas de basura y los suavizantes.

Una señora de abrigo rojo estaba ante el congelador de los yogures con la puerta abierta. Como no puedo hablar con desconocidos, he tenido que ponerme en la puerta siguiente y meter todo el brazo dentro del congelador para agarrar los yogures de delante de la señora.

Un tipo arrastraba un carrito de plástico, de esos para comprar cuatro cosas, con una niña rubia y vestida de rosa en su interior. El tipo llevaba la barra de pan bajo el sobaco.

Un niño vigilaba en el pasillo de los cereales quizás a que no viniera nadie para meter la mano dentro de la caja y sacar la cuchara mágica que prometía la colorida caja de cereales.

Un cliente reorganizaba la sección de aguas, apilando las garrafas según su capacidad y no según la marca. Las de ocho litros iban pegadas a la pared y luego las de cinco. No he ha parecido mala idea.

Un par de tipos, con aspecto de mafiosos del este, en pantalón corto y cazadora de plumón, deambulaban en la sección de vinos y bebidas alcohólicas.

La chica de la pescadería, con sus botas de agua blancas y su delantal ennegrecido empujaba una máquina que -deduzco- enceraba el suelo. La máquina perdía un hilo de líquido negro que ella iba pisando con sus botas de saltar charcos.

Dos tipos agarrados a sendos carros de la compra, charlaban de política en la sección de aceites de freír.

En una esquina había un palé -literal- de turrón de Suchard (estamos a 22 de octubre).

En la sección de leches quedaba leche de cabra, de soja, de arroz, horchata, y leches con sabores (vainilla, chocolate, fresa, naranja, pomelo, pera…) pero leche de vaca con sabor a leche no había ya. Estaba de oferta y se había agotado.

Los donuts de la panadería, estaban como si les hubieran puesto al sol.

Una señora iba comiendo uvas de un racimo que no se decidía a comprar.

Había cola para pesar frutas y verduras.

La gente deambulaba por la sección de frutería como zombies ciegos a los demás. Se evitaban sin mirarse. Cada uno a lo suyo. Era como observar el entrecruzar de coches en una rotonda de múltiples carriles.

Una señora con muchas joyas colgando esperaba que sacaran pan caliente del horno y se iba mirando las uñas de la mano mientras cambiaba el peso de su cuerpo de un pie entaconado a otro.

La cajera era una muchacha india (o pakistaní, eso no importa). Lo interesante es  su nombre. Lo llevaba escrito en una plaquita en el pecho. Al nombre ella había añadido un espacio con un vocal extra seguida de un punto. Quizás la inicial del apellido. Soy incapaz de escribirles el nombre, sólo diré que tenía siete letras y sólo una vocal. No creo que en ese supermercado haya alguien más con el mismo nombre y deban diferenciarse usando también el apellido. Pero ella debía pensar que sí.

Hoy he comprado un cóctel tropical de fruta seca. Porque, según me he dicho a mí mismo, eso será lo más cerca que estaré nunca de un cóctel en el Trópico.


sábado, 21 de octubre de 2017

Love and lies

Love and lies
Para fomentar la natalidad en un futuro cercano, el gobierno acuerda los matrimonios programados entre jóvenes. A los 16 años chicos y chicas reciben una notificación con los datos de la que será su pareja matrimonial. Las parejas se "cocinan" en función de unos datos de compatibilidad.
¿Podrá el hilo rojo del destino vencer la burocracia?











Cuando la pareja que se te ha asignado confabula para reunirte con tu amante. 
Esto no tiene nada que ver pero: una idea parecida ocurre en las tramas de alianzas entre matrimonios reales (de reyes), narrados por Alejandro Dumas en "La reina Margot". Allí, Margarita de Valois confabula con el marido que le han asignado, Enrique de Navarra, casi más como aliada que como esposa. Este anime no tiene NADA de eso, claro está.


Partiendo de una premisa interesante y con un muy buen episodio piloto la historia decae por su propia inanición. Nunca se explica cómo se eligen las parejas, en base a qué criterios ni con qué sistema. La notificación de pareja asignada tampoco llega a todos los personajes (parece que sólo a los protagonistas) y toda la trama revolucionaria (luchar contra la frialdad del amor impuesto en pro del amor verdadero) que podría salir del arranque, simplemente, se obvia.
¿Qué nos queda entonces?
Un triángulo amoroso entre un chico que se debate entre la chica que ha amado toda la vida (y que le ama a él) y la chica a la que le asignan (a la que termina amando o puede que no).
Porque esta es otra de las causas de frustración de este anime: al final tampoco se decanta claramente por ninguna.  
La sensación con la que me quedé es de pérdida de tiempo y de idea malograda. Una lástima, de verdad.





Biblioteca ^_^


Love and lies (Koi to Uso; 2017) de Seiki Takuno. 
Basado en un manga de Musawo
Web oficial

jueves, 12 de octubre de 2017

Lo tuyo y tú

La sinopsis que encontrarán por ahí dice: un tipo discute con su pareja porque le han llegado rumores que ella sale a beber por ahí con tipos y acaba provocando altercados estando borracha. Parece que ella le prometió moderarse y ahora cuando él se lo reprocha ella ni niega ni afirma, sino que se larga.

Esta película da rabia.
Da rabia porque sabes que la baraja está trucada y que el autor (Hong Sang-soo) tiene más cartas de las que muestra. Me explicaré mejor: cuando uno ve una adaptación de una novela de Agatha Christie es OBVIO que el director -y todo el equipo- sabe quién es el asesino. Aquí no hablo de una deliberada ambigüedad para sostener el interés, es una voluntariosa manera de rodar engañando. ¿Hay algo más desesperante que dos tipos hablando de algo que pasa fuera del encuadre de la cámara?
Sí, aguantar ese encuadre durante minutos para que el espectador se pierda lo que está pasando fuera y que es lo IMPORTANTE.
Eso, da rabia.

También tuve la impresión que el actor se lesionó (de verdad) ya que de repente aparece con el pie vendado y con muletas. No se hace ninguna mención al por qué. Un simple diálogo:
-¿Qué te pasó?
-Me caí.
Bastaría.
Pero no lo hay. Así que el espectador “debe recordar” que el tipo de repente está cojo y al principio no lo estaba y durante todo el tiempo de la acción del film, que se supone que pasan como mínimo días, el tipo sigue igual de lesionado. ¡Pero nadie habla de ello! Pero al final resulta que eso tampoco importa nada… Aunque el film juega a engañarte, porque presenta secuencias que luego resulta que son imaginadas por el protagonista. O cuando la chica habla de su gemela -suponemos que miente- o puede que no. Así que siempre andas confundido.
En el arranque también se habla de un familiar enfermo, terminal podríamos decir. Nunca más se vuelve a hablar de ello. ¿Muere? ¿Sobrevive sin comer más de los 3 días mencionados? ¡Te engañaron, porque eso tampoco importa para nada en la película!

Como es de esperar, al final no hay una explicación de porqué la chica nunca reconoce a hombres que el espectador sabe que conoce. Todos los chicos que aparecen en la película ya la han visto (y bebido con ella) antes, pero ella nunca los recuerda.

La conclusión a la que llegué yo, es que la muchacha es Dory de “Buscando a Nemo”. ¿Recuerdan a la desmemoriada?
La película podría llamarse "Buscando a Dory" (para amarla),
pero seguro que Pixar le denuncia por plagio.

Una posible explicación sería la borrachera. Pero en la película nunca se la ve borracha. Bebe, pero sin exagerar. (En cualquier película americana de los 40 la gente fuma, pero en ninguna se fuma tanto como en una película de José Luis Garci. Quiero decir que hay diferencia entre “beber” y “beber exageradamente”). Si al inicio no le dijeran al novio que la chica bebe mucho, yo -seguramente- no me hubiera fijado en que bebe.

Pero esta no es una película ni sobre la memoria, ni los recuerdos, ni la bebida. Es sobre el amor (y ya se sabe que con el amor, todo vale). Así que no le busquen explicación alguna, porque ya les spoileo que no la hay por ningún lado.


Lo tuyo y tú / Yourself and yours (2016) de Hong Sang-soo

Menja’t una cama



i aquesta cara jove
s’ha fos per un segon,
s’ha fos com una màscara
de cera, i m’ha fet veure
la cara ineluctable
del vell que s’hi amaga
i sap com l’odiem
La cara


Segur que avui hi havia núvols,
i no he mirat enlaire. Tot el dia
que veig cares i pedres i soques dels arbres,
i les portes per on surten les cares i tornen a entrar.
Mirava de prop, no m’aixecava de terra.
Ara se m’ha fet osc, i no he vist els núvols.
El distret


Plena de carrers per on he tombat
per no passar els indrets que em coneixen
La ciutat


(...) Fa dos anys i quatre mesos
que vaig donar aquest llibre a una altra noia. Mots
que he llegit pensant en ella, i ella va llegir
per mi, i són del tot nous, ara
que els llegeixo per tu, pensant en tu.

Josep Carner

lunes, 9 de octubre de 2017

La parienta ofendida y otras invasiones

Estaba yo en el velatorio, tomándome un respiro de frases banales sobre la brevedad de la existencia, cuando veo a una señora salida outtanowhere que cruza la sala a grandes zancadas y se planta ante mí.
- La última vez que nos vimos -dice-, te pregunté quién eras y me dijiste adiós y te fuiste.
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Anteriormente…
Según parece, esa mujer y el que escribe coincidimos tiempo atrás en un acto social con medio centenar de personas. El 98% de los allí reunidos me eran absolutos desconocidos. Según dice ella, se me acercó y sin mediar saludo ni presentación previa, me abordó con:
- ¿Y tú quién eres?
A lo que yo, siempre según ella, me limité a decirle adiós y a largarme.

No recuerdo ese encuentro, pero no lo niego porque esa reacción de huída precipitada ante el abordaje de un desconocido es algo bastante propio de mí.
Diría más, si mi respuesta fue un “adiós”, como ella sostiene, debo reconocer que me mostré particularmente educado ese día. Hubiera podido responder: “¿Y quién eres tú?”  o “¿Y a ti qué te importa?” o ignorarla por completo.
Esa técnica de “dejar en visto/oído” a las personas desconocidas que me hablan, la estoy perfeccionando. No hace mucho, un tipo me abordó en plena calle para preguntarme acerca de la antena de su piso y sí, según yo veía, el cable estaba suelto o enchufado allá arriba, dos pisos por encima de nuestras cabezas. Imaginé que era algún tipo de distracción o encerrona para robarme (algo bastante habitual en nuestros días) así que me limité a mirarlo a él con la mirada de Ronda Rousey y no mediar palabra alguna.
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La mirada de Ronda Rousey (por Ronda Rousey)
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Aunque a mí me queda más bien así

He tardado muchos años (y mucha angustia) en descubrir que a la mayoría de la gente el silencio le incomoda. Por eso la gente suele decir tantas estupideces. Pero como yo vivo replegado hacia dentro el silencio no sólo no me incomoda sino que lo prefiero. El tipo del cable, o el ladrón o lo que fuera, optó por cruzar la calle y abordar a una señora que venía de la frutería (algo que deduje porque, aunque llevaba una bolsa de plástico de la zapatería, de la gran bolsa con el logo del zapato, asomaba un apio).

En otra ocasión, me encontraba yo dentro de mi vehículo esperando detrás del volante, cuando un tipo desconocido que venía por la acera, se planta ante la puerta del coche, la abre y dice:
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
Le cerré la puerta con tal ímpetu que si llega a meter la mano se la rompo.
¡Menudo susto me dio ese hijoputa!

¿Por qué estas invasiones del espacio personal?
A mí nunca-jamás-en-la-vida se me ocurriría ir a abrir la puerta de un coche con un desconocido dentro.
Como nunca se me ocurriría abordar a un viandante desconocido y preguntarle sobre el cable de la antena de mi piso.
Como nunca abordaría a un desconocido con un ¿y tú quién eres? así, a bocajarro.
¿QUÉ PUÑETAS LE PASA A LA GENTE?


Pero, volvamos al velatorio...
- La última vez que nos vimos -dice-, te pregunté quién eras y me dijiste adiós y te fuiste.

Era evidente que la señora estaba ofendida. Y lo estaba desde ese remoto día.
Y, como ya habrán deducido, yo me quedé en silencio.
Rompió el silencio un señor, también desconocido para mí, que se acercó, le puso la mano en la muñeca mientras decía algo ingenioso para romper la tensión silenciosa:
- Porque debía tener prisa, mujeeeer -lo dijo así, alargando la e.

Llegó entonces un tipo un mallas de running (¿Quién carajo va en mallas a un velatorio? ¡Holy shit!) y se plantó allí, se formó un corrillo de gente y volvió la avalancha de tópicos de velatorio acerca de la fugacidad de todo, las preguntas morbosas acerca del sufrimiento del finado o la lista interminable de otros parientes a los que han ingresado/operado recientemente.

En mi mundo -un mundo imaginario en el que me siento seguro- esa señora, ese remoto día, se hubiese acercado y empezado así:
- Hola. Yo soy Tal. Soy prima de A, tía de B, nieta de C, hermana de D… -o el parentesco que corresponda y así crear un zona comuna-. ¿Y tú quién eres?
Pero abordar directamente al otro me parece ofensivo. Así que si la señora esperaba un disculpa por no haberle respondido ese día… YO AÚN LA ESPERO AHORA porque sigo sin saber quién es y -francamente- creo que puedo vivir hasta el próximo velatorio sin saberlo.

He dicho.

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El velatorio (Ulpiano Checa)